 | | 
Vinculan extremos climáticos regionales con las variaciones atmosféricas Redacción (NJ) (Jun 24, 2014) Ciencia |
Variaciones en los patrones de vientos de gran altitud exponen a determinadas partes de Europa, Asia y Estados Unidos a diferentes condiciones climáticas extremas, según ha detectado un nuevo estudio. Así, los cambios en los patrones de flujo de aire en todo el Hemisferio Norte tienen un gran impacto en espacios prolongados de tiempo fuera de temporada, sean calientes, fríos, húmedos o secos.
Los vientos de gran altitud soplan de oeste a este, normalmente alrededor del planeta, sin seguir una trayectoria recta, con un flujo que serpentea hacia el norte y el sur en una trayectoria en forma de onda. Estos patrones de ondas son responsables de succionar aire caliente de los trópicos o aire frío del Ártico hacia Europa, Asia o Estados Unidos y pueden también influir en las lluvias dirigiendo las tormentas.
Esta nueva investigación, llevada a cabo por la Universidad de Exeter, en Reino Unido, y la Universidad de Melbourne, en Australia, ha demostrado que el desarrollo de estos patrones de onda deja algunas regiones del Hemisferio Norte más susceptibles a diferentes tipos de condiciones meteorológicas extremas prolongadas.
El doctor James Screen, investigador de Matemáticas en la Universidad de Exeter y autor principal del estudio, afirma: "Los impactos del movimiento ancho y lento de las ondas atmosféricas son diferentes en distintos lugares, en algunos lugares las ondas amplificadas aumentan la posibilidad de términos inusualmente calientes y en otros, el riesgo de condiciones frías, húmedas o secas".
El estudio demostró que grandes olas pueden provocar sequías en el centro de América del Norte, Europa y Asia central, y exponer a Asia occidental a periodos húmedos prolongados. Muestra también que el oeste de América del Norte y Asia central son más propensos a las olas de calor, mientras que el este de América del Norte tiene más probabilidades de experimentar brotes prolongados de frío.
Este estudio colaborativo utilizó observaciones detalladas del clima terrestre para identificar episodios anormales de temperatura y de lluvia entre 1979 y 2012 y entonces examinó los patrones de onda durante los acontecimientos. Los extremos climáticos que examinaron fueron olas de calor que duraron un mes, olas de frío, sequías y periodo húmedos prolongados, que se produjeron en zonas extensas.
"El estudio reveló que este tipo de eventos están fuertemente relacionados con patrones de onda bien desarrollados y que esos patrones aumentan la posibilidad de olas de calor en el oeste de América del Norte y Asia central, brotes de frío en el este de América del Norte, sequías en el centro de América del Norte, Europa y Asia Central, y periodos húmedos de Asia occidental", detalla el coautor Ian Simmonds, de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Melbourne. |
|
| |
|